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Cuida tus modales en tus cenas en restaurantes

Cenar fuera con amigos, familiares o colegas es un momento feliz, un momento de celebración. Ya sea que se trate de una reunión social o de negocios, tus modales en el restaurante siempre están bajo vigilancia: ten cuidado de no cometer un paso en falso.

Ahora no te intimides, solo necesitas dominar los matices básicos de la comida y ser apreciado por todos. Antes de que vayas a saborear el sabor perfecto, el aroma y el hechizo mágico de los platos, mantén los modales en la mesa. El artículo ayudará a ampliar tus perspectivas sobre los modales en los restaurantes, asegurando una experiencia deliciosa tanto para los anfitriones como para los invitados.

Reservas y llegada

El mundo está plagado de artilugios electrónicos. Sé inteligente, haz el esfuerzo de buscar tu caro smartphone y haz una reserva. Esperar hasta el último momento para conseguir un asiento en el restaurante no es una actitud muy educada. Al hacer la reserva da bien los datos de la fecha, la hora, el número de invitados y dónde estarán situados los asientos.

¿Estás súper relajado, con ropa informal o dibujando perfectamente tu delineador de ojos porque la reserva ya está hecha? No es una conducta noble. Si la reserva es a las 19 horas, asegúrate de que tu reloj marque las 18:45 horas cuando ya estés en la puerta del restaurante con tus invitados.

Pedir la comida

Habla con la persona a cargo y pónte cómodo en tu mesa. No empieces ya con las charlas. Es hora de sumergirte en la carte du jour (menú) y evitar hacer esperar demasiado a los camareros que esperan tu pedido. Examina detenidamente la lista del menú (solicita al menos 2 tarjetas de menú si hay más gente), pregúntales a los demás sus preferencias, sugerencias y pide rápidamente.

¿El número interminable de platos te deja perplejo? Bien, tómate tu tiempo, si es necesario, pregunta, pero no molestes al camarero constantemente. Podrías dejarlo perplejo a él! Si no puedes descifrar el signficado de algún plato, pregunta al camarero, no le llames más tarde.

Ahora, puedes hablar pero en un tono suave. Tus bromas, risa alegre y golpes en la mesa pueden ser totalmente innecesarios para los demás. Así que mantén el tono bajo y los modales.

Mientras comes

La comida caliente se sirve. Pásasela a todos, ayudaros entre vosotros o preguntad al camarero, espera a que otros comiencen y situen sus servilletas, cubiertos necesarios y bebidas aunque los aromas exóticos desafíen tu paciencia. Ahora, estás listo para comer. Espera, dije comer y no devorar, come decentemente comiendo solo de un plato a la vez. Usa tus cuchillos, tenedores y cucharas decorosamente sin jugar con ellos. Mira si otros requieren algo, puedes conversar pero no mientras tengas comida en la boca. Si las bebidas tintinean en los vasos, no los golpees, por favor.

¿Disfrutas de tu tiempo en el restaurante, de la decoración elegante, el magnífico interior, el impecable mantel blanco sobre la mesa y el suelo limpio y reluciente? Por favor, no los manches. Tirar basura en la mesa con desperdicios de comida va en contra de cualquier protocolo. Solicita un plato extra para lo que haya que desechar.

Mientras te vas

¿Entonces te vas? Adiós, ¿pero has limpiado tu mesa? Sí, deberías. La mesa puede estar desordenada con las sobras. Simplemente le das una propina generosa al camarero por su servicio, déjale que te lo agradezca. Usa tus servilletas para limpiar los desperdicios, así el siguiente grupo de personas que se siente en la mesa no se quejará de tus malos modales.

Esta es tu lista para una visita al restaurante. Puede haber múltiples situaciones adicionales a estas, que pueden variar según el propósito de tu visita al restaurante. Recuerda mostrar tus mejores modales para que la gente hable bien de ti. ¡Disfruta comiendo!

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