Hay millones de trabajadores en el mundo trabajando actualmente en el turno de noche. He trabajado en el turno de noche durante la última década y sigo haciéndolo, pero no fue hasta hace muy poco que consideré seriamente los riesgos para la salud que conllevaba. Todos tenemos nuestras propias razones para trabajar por la noche, ya sea un mejor sueldo o tener que trabajar para compañías que requieren rotar los turnos de trabajo. Cualesquiera que sean nuestras razones, creo que todos debemos ser conscientes de los efectos que tiene en nuestra mente y nuestro cuerpo a largo plazo. Después de consultar una serie de artículos y estudios realizados por investigadores, aquí hay algunos de los hallazgos que deseo compartir.
Riesgos en la salud física: los investigadores han vinculado el trabajo nocturno a largo plazo con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos o enfermedades cardíacas y diabetes. En este tipo de enfermedades las personas que trabajan a turnos de noche tenían un 50% de incidencia mayor en comparación con los trabajadores de turnos diurnos. También ocurren más caso de síndromes metabólicos tales como niveles de colesterol no saludables, obesidad, problemas gastrointestinales graves, problemas de fertilidad y embarazo en mujeres, insomnio, etc. En 2007, la Organización Mundial de la Salud llegó a afirmar que los turnos nocturnos eran una posible causa de cáncer.
Riesgos para la salud mental: algunos investigadores han descubierto que las personas que trabajan por la noche tienen más probabilidades de experimentar trastornos en el estado de ánimo y sufrir síntomas de depresión. El trabajo en turno de noche además conllevan el aislamiento social ya que sus trabajos los separan de sus amigos o familiares. Cuando trabajamos con horarios irregulares, es posible que finalmente nos sintamos desconectados de las personas de nuestra familia o círculo social, lo que seguramente puede tener un coste psicológico. Investigaciones recientes también mostraron que los cerebros de los trabajadores que habían hecho 10 años de turno de noche habían envejecido medio año más por cada 6 años de trabajo en horario nocturno.
¿Qué podemos hacer con estos riesgos?
Los riesgos evidentes de trabajar por la noche pueden parecer inquietantes, pero ¿qué pasa si no tenemos más remedio que trabajar en este turno? Afortunadamente, hay algunas pequeñas cosas que podemos hacer.
1. Hacer ejercicio y llevar una dieta saludable: como muchos de los riesgos están asociados con la obesidad y síndromes metabólicos, hacer ejercicio regularmente y llevar una dieta saludable pueden marcar la diferencia.
2. Duerme lo suficiente: las investigaciones sugieren que los trabajadores nocturnos tienen el sueño más alterado que los diurnos. Una ligera exposición a la luz durante el día puede despertarte, por lo que es difícil volver a conciliar el sueño. Intenta eliminar cualquier fuente de luz que pueda entrar a su dormitorio mejorarás significativamente la calidad de tu sueño.
3. Consulta a tu médico: Si te preocupan los efectos del trabajo nocturno en tu salud, debes hacer un seguimiento regular con un médico para controlar tu salud, especialmente si ya padeces problemas de salud previos.
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