Cuando tu primer hijo comienza la escuela o el preescolar las emociones pueden dispararse. Para muchos, suele ser la primera vez que el padre y el niño están separados durante largos períodos de tiempo. Mientras que, por un lado, te sentirás orgulloso, también podrías sentirte culpable y preocupado por no estar allí para consolar a tu hijo si se enfada. Puede parecer cruel enviar a tu pequeño a lo desconocido. ¡Este proceso suele ser más difícil para los padres!
Generalmente, después de la primera o segunda semana, el niño se acostumbra a esta rutina y los padres respiran aliviados a medida que se completa la transición. Es adorable ver a tu hijo haciendo amigos y creciendo personalmente.
Pero para algunos niños la transición no es fácil. Les cuesta estar lejos de mamá o papá y algunos pueden sentirse extremadamente enfadados o tristes. A menudo, los niños se aferrarán a su madre, sollozando de angustia mientras intentan que no se vaya. Esto puede crear angustia tanto a los padres como a los niños. El niño está traumatizado, también lo están los padres y los maestros se sienten impotentes. Entonces, ¿qué puedes hacer para ayudar a este tipo de niño? ¿Hay que ponerse firme?
¿Por qué algunos niños consideran que comenzar la escuela es mucho más difícil que otros?
A menudo niños de la misma familia tienen habilidades o personalidades emocionales completamente diferentes. Algunos son tranquilos y constantes, mientras que otros son emocionalmente volátiles y pueden enfadarse fácilmente. A veces, esto solo se debe a la genética y, como padre, solo tienes que aprender a descubrir las habilidades de cada niño y alentarlo de la forma que mejor se adapte a ellos. En resumen, como todos los padres saben, no hay dos hijos iguales. De modo que un niño ingresará a la escuela sin problemas, mientras que su hermano o hermana tendrá problemas.
Pero a veces sin importar lo bien que los padres preparen al niño, el niño parece no poder hacer frente a la transición hacia la vida escolar. En mi experiencia, usualmente hay un desencadenante detrás de este tipo de reactividad emocional. Lo que constantemente se encuentra al evaluar a estos niños es que hay un trauma, ya sea físico o emocional que ha ocurrido en algún momento de sus vidas y sus niveles de ansiedad son altos debido a esto. Con mucha frecuencia, los traumas del nacimiento, como la cesárea, el parto con fórceps, etc. pueden ser un factor contribuyente.
Algunos niños pueden ser un poco más sensibles emocionalmente en su carácter. Y son más susceptibles a la ansiedad por un trauma. Lo bueno para estos niños "sensibles" es que la kinesiología suele obtener buenos resultados con ellos.
¿Cómo ayuda la kinesiología a un niño que está luchando por comenzar la escuela?
La kinesiología es un sistema de terapia que utiliza técnicas de la medicina china, como acupresión (sin agujas) para equilibrar o calmar las emociones. (¿Qué es la kinesiología?) Lo más importante de entender acerca del niño que está luchando por comenzar la escuela es que se siente abrumado emocionalmente y no puede reprimir o inhibir esos sentimientos como lo hacen otros niños. ¿Por qué no? Fundamentalmente, estos niños simplemente no se sienten tan seguros como otros niños. Y la razón de esto es a menudo que en algún momento de sus vidas se asustaron o se sintieron significativamente amenazados. Si estos shocks ocurrieron en los primeros años de vida, no hay memoria consciente, pero hay una memoria subconsciente en el cerebro primitivo.
Una de las claves para descubrir cómo ayudarlos es evaluar sus reflejos primitivos retenidos. Los reflejos primitivos están integrados en nuestro cuerpo y se relacionan con las respuestas de supervivencia básicas. Las respuestas de lucha o huida y las de quedarse inmóvil son involuntarias y se "encienden" cuando nos amenazan. Muchos niños que se enfadan fácilmente o que encuentran difícil comenzar la escuela tienen un reflejo retenido y esto los mantiene atrapados en este estado de gran miedo. No puede sentirse seguro y quiere luchar y huir al mismo tiempo. Para estos niños, el cerebro primitivo envía señales a través del cuerpo para que se mantenga en alerta máxima. Esto que se asusten en el momento anterior a ir a la escuela. Por lo tanto, el desafío de la escuela con todas sus nuevas variables es demasiado para él y el niño simplemente no se siente seguro e inevitablemente reacciona.
Resumen
El niño que considera que comenzar la escuela es un gran desafío, simplemente no se siente lo suficientemente seguro como para asumirlo. Los traumas previos pueden crear un exceso de miedo en el cuerpo y mantener al niño atorado por el miedo. Las reacciones emocionales del niño a menudo se desencadenan por estos traumas y cuando estas emociones de "trauma" se equilibran, el niño se adapta. Las técnicas que calman los reflejos primitivos de nuestro cuerpo ayudan al niño a sentirse totalmente seguro otra vez y con este sentimiento restaurado, están en mejores condiciones para enfrentar todos los desafíos que conlleva el crecimiento.
Si tu hijo tiene problemas emocionales al comenzar la escuela, la kinesiología ofrece una excelente manera de ayudarlos a sentirse seguros y tranquilos para que todo sea mucho más fácil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario